Aquel día desperté, con un cinetón de por medio, todo comenzaría a las 13h00 en la Cineteca Nacional con el Foro Internacional de la Cineteca, para después continuar oficialmente con el Primer Cinetón 07 en su edición del mes de mayo.
Subí al microbus pretendiendo terminar el volumen 2 de los Cuentos Completos de Julio Cortázar, los hombres ge amenizaban el trayecto hacia el metro Taxqueña, 10 minutos después me sorprendí a mi mismo siguiendo la letra de aquel éxito ochetero "Indiana Jones" donde, según la letra, un chico está harto de que su novia no para de hablar del personaje interpretado por Harrison Ford también en los años ochenta.
En el asiento de enfrente un chica se maquilla, de los altavoces del transporte colectivo sale un que ha visto 14 veces la película... en el asiento trasero una pareja de jóvenes ríe, se toman de la mano, vuelven a reir, imagino que por mis enormes gafas obscuras pasadas de moda, o porque me sorprenden mirándome en el espejo de la chica que se maquilla, o se percatan de que sigo a la perfección las letras de los hombres ge.
"Indiana, Indiana me tienes hasta la banana..."
Y la música se fue, o la dejé de escuchar.
Habrá sido que Cortázar se ofendió por haber sido olvidado por lo hombres ge y se transportó desde el cementerio de Montparnasse, porque fui a rendirle homenaje a su tumba y en la primra encrucijada lo cambié por David Summers y compañía.
Chale Julio, pero los hombres ge marcaron toda una época, ¿no?
Y repentinamente me doy cuentade que si, la música se fue, y que Cortázar está ahí, parado en el pasillo del microbus, me doy cuenta que al igual que los hombres ge, mis gafas y la edición de los Cuentos Completos son de los años ochenta, y así como dejé el libro por la música ochentera, Cortázar dejó este mundo cuando llegó la música ochentera, así como cuando la música llegó al microbus yo lo dejé a él enterrado, en mi manos.
Nadie se da cuenta de su presencia, pero bueno si los jóvenes que se rien de mis gafas no conocen a los hombres ge, seguro que tampoco conocen a Cortázar, pero el está ahi de pie, disfrazado, sí, disfrazado de cantautor urbano, toca un par de melodías y esconde perfectamente el acento argentino-parisino.
Una señora se acerca y le pide una tarjeta. Julio Cortázar, disfrazado de cantautor deciende del microbus. Los hombres ge no regresan a los parlantes, pero si Gardel con su Adiós Muchachos.
Subí al microbus pretendiendo terminar el volumen 2 de los Cuentos Completos de Julio Cortázar, los hombres ge amenizaban el trayecto hacia el metro Taxqueña, 10 minutos después me sorprendí a mi mismo siguiendo la letra de aquel éxito ochetero "Indiana Jones" donde, según la letra, un chico está harto de que su novia no para de hablar del personaje interpretado por Harrison Ford también en los años ochenta.
En el asiento de enfrente un chica se maquilla, de los altavoces del transporte colectivo sale un que ha visto 14 veces la película... en el asiento trasero una pareja de jóvenes ríe, se toman de la mano, vuelven a reir, imagino que por mis enormes gafas obscuras pasadas de moda, o porque me sorprenden mirándome en el espejo de la chica que se maquilla, o se percatan de que sigo a la perfección las letras de los hombres ge.
"Indiana, Indiana me tienes hasta la banana..."
Y la música se fue, o la dejé de escuchar.
Habrá sido que Cortázar se ofendió por haber sido olvidado por lo hombres ge y se transportó desde el cementerio de Montparnasse, porque fui a rendirle homenaje a su tumba y en la primra encrucijada lo cambié por David Summers y compañía.
Chale Julio, pero los hombres ge marcaron toda una época, ¿no?
Y repentinamente me doy cuentade que si, la música se fue, y que Cortázar está ahí, parado en el pasillo del microbus, me doy cuenta que al igual que los hombres ge, mis gafas y la edición de los Cuentos Completos son de los años ochenta, y así como dejé el libro por la música ochentera, Cortázar dejó este mundo cuando llegó la música ochentera, así como cuando la música llegó al microbus yo lo dejé a él enterrado, en mi manos.
Nadie se da cuenta de su presencia, pero bueno si los jóvenes que se rien de mis gafas no conocen a los hombres ge, seguro que tampoco conocen a Cortázar, pero el está ahi de pie, disfrazado, sí, disfrazado de cantautor urbano, toca un par de melodías y esconde perfectamente el acento argentino-parisino.
Una señora se acerca y le pide una tarjeta. Julio Cortázar, disfrazado de cantautor deciende del microbus. Los hombres ge no regresan a los parlantes, pero si Gardel con su Adiós Muchachos.
