jeudi, septembre 27, 2007

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Volteas de pronto y te sientes atrapado sin poder dar un paso atrás o adelante, en eso que Kundera llamó la insoportable levedad del ser, y escapas, corres o crees que escapas y corres pero llegas al mismo punto o peor aun, nunca te moviste, tiempo después abres lo ojos y te das cuenta que...

El reloj marcó la hora del final de una epoca vacía

Y de pronto encuentras en el espejo eso que se había pedido en tu rostro, algo distinto que no estaba ahí desde hace tiempo, un gesto raro en la boca, ¿qué es?, ¿cómo solía llamarlo?

¿Sonrisa?

Yes i admit it's getting better, a little better all the time..!!
getting so much better all the time...

mercredi, septembre 26, 2007

Reflexiones sobre el mariachi

El Mariachi parte de la iconografía mexicana, cuantos extranjeros llegan a nuestro país pidiendo ver a los mariachis, el tequila y nosequé, pero alguna vez nos hemos preguntado ¿cómo es la vida de un mariachi?, nada que ver con elde Robert Rodríguez, ese si que la pasaba bien, mucha acción, enfrentando a un tal Bucho en la frontera norte del país.

Pero me pregunto, qué hace un mariachi, ¿se la cree de verdad?, ¿continúa con una tradición?, ¿le canta al amor?, no me imagino a mi, primero; con esos pantalones entallados con cositas plateadas a los costados, porque además pareciera que es requisito tener euna panza de mas de 100 cm de diámetro, eso sí una sonrisa perpetua para los clientes, pero ya en serio estar parado en eje central desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana esperando que llegue un enamorado, o un dolido del corazón ahora si para cantarle al amor o al desamor, metido en una van con 15 compañeros afiando el bajo, la guitarra, la trompeta.

Se preocuparán por tocar bien, o proponer al cliente la canción indicada para que la mujer de el al galán que se aventura en la madrugada, no sólo se aventura a buscar al mariachi, aun peor es que se aventura a "cantar", con esa voz rasposa de las 3 de la mañana. ¿Ensayan dentro de la Van, o entre semana como las bandas de rock, o se juntan para perfeccionar las canciones y sacar nuevas rolas?

Además qué culpa tienen los vecinos de las apiraciones amorosas, o desamores del aventurado nuevo cantante de música folklórica mexicana que tan de moda se puso en los años 50, si los años del mexicano bonachon, de los Jorges Negretes, de los Pedros Infante que convirtieron al mariachi, y al charro en ícono del mexicano en todos los rincones del mundo, una vez más el cine transgresor de fronteras y creador de concepciones erróneas de culturas por su lenguaje de "realidad" en la narrativa de ficción.

Regresndo a la vida de maricahi, ¿en verdad tiene vida?, con esos desvelones, se levanatara por la mañana al mercado, ¿tiene un arraigo por la cultura mexicana y por representarla con la indumentaria y como intérprete de la música tradicional de su país? o se despierta al medio día, se quita el bigote falso y sale en camiseta sin mangas de AC/DC en su vocho tuneado, gafas oscuras y escuchando el último éxito de reggaetón...

Yo nunca he dado una serenata, pero como me gustaria tener a 15 tipos con sus sombrerotes, instrumentos, panzas, bigotes toquen la Serenata Huasteca inmediatamente después de mi... :

- Arránquense muchachos!

mercredi, septembre 19, 2007

Respiro

El andén del metro luce a reventar son las 7 pm y la gente se acumula en espera del transporte colectivo que los llevará a sus respectivos destinos, yo me encuntro ahí como cientos de personas que volvemos o intentamos volver a casa. El sonido ininconfundible de metro hace mella en todos los que estamos de pie en espera de los vagones naranjas. Uno de ellos cierra los ojos como implorando a que no venga atestado de usuarios, la plegaria no fue escuchada y un grupo se pone en posición unos para entrar y otros para salir.

Parecemos perros de pelea esperando la señalde ataque, dejo pasar el 1er tren buscando mayor comodidad en el 2do, entro en en el 2do tren a base de empujones, ya dentro del vagón es imposible realizar moviemiento alguno, como puedo deslizo mi mano por mi glúteo derecho y la encuentro, mi billetera sana y salva.

Pasan algunos segundos y me sorprendo con lo brazos cruzados sobre mi pecho, como en la foto antes de iniciar un partido de futbol, yo soy el arquero o como el conde Dracula en un ataud, pero en mi ataud hay 100 personas a mi lado, ahora si no puedo mover ni un dedo, y recuerdo los conciertos masivos en el zócalo de la Ciudad de México, el calor, los empujones, el dejarse lelvar por la masa, por la corriente, pero en realidad no me muevo nada porque no existe dicha corriente entonces regreso del centro de la ciudad al vagon 4 del metro de la estación Chilpancingo.

Las puertas se han cerrado, pero no nos movemos, aumenta la temperatura y me reprocho no haberme quitado la sudadera antes de abordar, no importa son sólo 3 estaciones, a mi lado una pareja se besa, han encontrado los centímetros necesarios para mover sus cabezas, los labios, y las lenguas, sus cuerpos inmóviles y la temperatura aumenta más y más, las ruedas comienzan a girar y una especie de alivio me hace suspirar.

La primera gota de sudor recore mi frente, siento como comienzo a transpitar y sobre mi cejas se comienza a juntar eso, sudor, como si mi frente fuerna nuber que condensan agua y las gotas comienzan a caer, no puedo moverme y la precipitación es inevitable, son sólo 3 estaciones hasta Chabacano. El calor es insoportable y ahora en mi nuca se hace una nueva precipitación que recorre mi espalda hasta perderse en mi cintura, el mismo recorrído que hacia la lengua de María una noche de primavera en sentido contrario.

Avanzamos lentamente y la presión se incrementa, de pronto dudo si soy claustrofóbico o no, o si siempre lo he sido pero lo habñia olvidado, el señor que está a mi lado derecho transpira su camiseta y no lo veo porque no puedo moverme, desafortunadamente lo se porque mi mano derecha comienza a humedecerse al igual que su espalda, ¿claustrofobia yo?, y alzo mi cabeza lo más que puedo en busca de aire, el tren se detiene en medio del túnel, ¿y si me desmayo? no puedo respirar, retoma rumbo hacia Chabacano y volvemos a frenar esta vez con un sonido parecido a cuando se desinfla un neumático, bueno si me desmayo al menos no me golpearé con el piso, otra vez se escucha el sonido que parece a cuando se desinla un neumático y ahora si quiero gritar, no me caería mal algo de protagonismo antes de desmayarme, la pareja sigue besandose, mi mano se humedece más una nueva gota recorre la parte anterior de mi muslo derecho, los neumáticos desinflados o no giran de nuevo.

La estación Chabacano aparece de repente con las luces del andén y mis últimos jalones de aire antes de desmayarme, no podré gritar, el tren se detiene, las puertas se abren e imagino el mismo sonido de la presión del neumático que seguramente debería de escucharse al abrir las puertas, salimos del vagón disparados como un ejercito de hormigas en busca de una salida, yo en busca de aire para poder gritar antes de desmayarme, pero me doy cuenta que si me desmayo ire a para directamente al suelo, olvido mi necesidad de protagonismo y me enfilo como las demás hormigas a el pasillo que conecta con la línea 1 en dirección de Tasqueña.


samedi, septembre 01, 2007


El reloj marcó la hora del final, de una época vacía...
-Gvo.Cti.-