11 pm, es hora de ir por un café, al café más cercano, El Tostadito, pido mi americano cargado al empleado en turno, la mesa del centro es mi preferida, llega mi americano mmmhhh, no está tan cargado, pero está bien. El Tostadito tiene sus mesas en la banqueta, una banqueta muy amplia, y junto a la calle hay unas jardineras, donde el dueño ha colocado otras mesas, es el lugar más alejado y privado de la pequeña cafetería. Inclusive esas mesitas desentonan con la estetica de las demás, pues no concuerdan con el verde y amarillo de la madera que caracteriza al mobiliario de la cafetería.
Al fondo, en las jardineras de tenue iluminación, se encuentra una pareja, todas las noches, es su punto de reunión, es extraño, llevo varios meses yendo a tomar café a El Tostadito, siempre están en su jardinera, gestos, abrazos, besos. De qué hablan no lo sé, ¿tal vez de...?, quién puede saberlo si no ellos. Él, sus lentes y cabello no definido entre corto y largo, busca el rostro de su chica, sus labios, es la imagen incónica de cualquier parque capitalino, pero trasladado a Su Jardinera, su parque particular. El entorno desaparece, sólo están ellos dos, el tiempo se detiene durante las dos o tres horas, al menos eso les gustaría.
Me pregunto por qué sólo se ven ahí, ella vive junto al café, pero él no puede entrar a la casa, la abuela se lo tiene prohibido. Ella fue educada así. O será el padre celoso y que sin duda vigila desde la ventana a su bebé ¿?
Mi amercano va a la mitad, y se consumió mi primer cigarrillo, 11h30 y la despedida es inevitable. Ella toma las tazas, ya son clientes frecuentes, y las lleva a la barra de El Tostadito, paga la cuenta, él se levanta, arregla su cabello indefinido entre corto y largo, vuelvo a mi americano, mi mirada puede incomodar la despedida...
Mmmhhh, no está tan cargado, pero está bien.
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2 commentaires:
Great site loved it alot, will come back and visit again.
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Me inspiras cabrón... snif, como diría pitufina.
Ojalá la abuela lo acpete, pobre chico enamorado, ojalá no sea el padre, los padres celosos pueden volverse locos, pregúntame a mí, casi se lleva la patrulla a mi papá por salir con sus chngaderas de querer madrear a mi novio, que loco.
Ojalá sean felices y si no terminan juntos ojalá tengan más suerte la próxima vez.
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