mercredi, mars 07, 2007

Chekoslumbría F.C.

La idea nació en un bar de Coyoacán, la cita originalmente se debió a un encuentro fustbolístico entre el equipo de la UNAM, los Pumas, y un equipo sudamericano dentro de la Copa Libertadores de América. Fue un comentario sin mucha importancia que un par de años despues se convertitría en el siguiente relato.

El Checosloumbría F.C. se conformaría a finales del 2004, e inivtado a participar como fundador del mismo, así que entre Charly Villanueva y yo debíamos conseguir la plantilla necesaria para participar en el torneo que estaba por comenzar. Invité a viejos colegas, pero no se encontraban en buena forma física, ni con la disponibilidad necesaria, el único que se quedó fue Samuel, compañero y amigo de la Universidad. Sam había cursado los estudios de preparatoria en la misma escuela que yo y varios integrantes del equipo, algunos lo conocían de años atrás. Al final teníamos un equipo reducido en número, pero con muchas ganas de jugar y agradar en la tribuna.

En aquel entonces yo llevaba varios años sin patear un balón, fumaba en grandes cantidades y mi jugador reclutado andaba por las mismas. Hicimos algunos juegos de preparación, el equipo no funcionaba muy bien, pero sería una cuestion de tiempo, de adaptación. Me di cuenta que mi condicion física era deplorable, los paritdos se jugaban en dos tiempos de 20 minutos , yo no llegaba ni a la mitad del primer tiempo cuando mi cuerpo pedía sustitución inmediata.

Comenzó el torneo y varias jornadas después seguíamos sin encontrar una forma de juego adecuada, pelotazos, desatención defensiva, nulidad al ataque, el resultado innumerables goleadas en nuestra contra. La 1a temporada fue desastroza, creo que terminamos al fondo de la tabla, o en penúltimo lugar, una posición nada decorosa. Fue terrible, para el olvido, yo inclusive pensé en retirarme definitivamente. Lo que nos hizo continuar era el ánimo de la tribuna, a pesar de los malos resultados había un cúmulo de espectadores que nos apoyaba, en su mayoría mujeres que al momoento de sonar el silbatazo se transaformaban en las hinchas mas apsionadas del planeta Tierra.

Llegó el periodo de transferencias y temía que la Directiva me diera de baja del equipo, yo portaba la camiseta no. 10 y mi juego dejaba mucho que desear. La base del equipo se mantuvo, entre ellos yo, y la Directiva hizo varios fichajes estupendos, el equipo se reforzó en su totalidad.
Al equipo llegaron Carlitos, como arquero; el Profe Chávez y Benjaminho Gaucho (mejor conocido como "Benja"), en la media cancha; y al último pero el fichaje más costoso Ismael "Ki-Kín" López, en la delantera. Éste último fichaje me hizo tomar la desición de dejar de fumar, era un presión la llegada de el Ki-kín, era un anuncio que me hacía pensar en una temporada entera en la banca, así mejoré mi condición física y mi nivel de juego durante la pre-temporada.

Para la 2a temporada ya eramos un equipo bien conformado, hecho y derecho, los nuevos fichajes reforzaron también a la grada, el número de seguidoras se acrecentó, nunca dejaron de apoyarnos a pesar del fracaso de la temporada anterior.

Enfundado en la camiseta no.10, retomando el nivel de juego que en mis años mozos me habían llevado a probarme a las fuerzas básicas del Atlas de Guadalajara, ahora sí portaba con orgullo el 10, metía goles, podía jugar el encuentro completo.

El torneo estuvo lleno de altibajos en cuanto a resultados, pero hacíamos un gran fútbol al grado de recibir visitas del extranjero, en concreto de Francia y Alemania, viajaban exclusivamente a presenciar nuestros cotejos.

Al final, nos quedamos en la orilla de la liguilla, pero nos hicimos de gran respeto dentro de la cancha, por nuestro juego y en la tribuna, por nuestra gran afición.

Una vez más llego el periodo de altas y bajas, perdimos a Claudio "el niño de oro", fichó con otro equipo que le ofrecía una mejor oferta.

Las crónicas de nuestros juegos circulaban por la Internet, el Checoslumbría F.C. era un club mundialmente conocido, se esperaban nuevas visitas europeas, latinoamericanas y asiáticas para ingresar a nuestras filas. A mi me habían contactado para jugar en Europa, decidí junto con mi Directiva quedarme una temporada más y ganar el campeonato con el Checoslumbría F.C., después varios emigraríamos a ligas de otros países.

Inició la 3a temporada, un objetivo fijo, el campeonato.
Comenzamos con una derrota, pero nuestro nivel de juego se mantenía; el segundo victoria, y volvía a marcar, me quería ir con el botín de oro. Todo pintaba de maravilla, al tercer juego hubo un giro inesperado al interior del equipo, perdimos el juego, en una actuación terrible y no sólo eso, tambien causó baja el arquero Carlitos.

La solución fue que el camiseta no. 10 se paró durante varias jornadas bajo los tres palos, crisis al interior del equipo, pasó más de media temporada para conseguir un refuerzo de último momento. Así llegó César y cumplió, yo perdí forma y cancha, en los juegos sucesivos mi productividad disminuyó vertiginosamente, me desanimé profundamente en la segunda mitad del torneo,terminé la temporada con sólo dos anotaciones, tal vez tres.

Llegó el final de la temporada y tuvimos que esperar resultados ajenos al nuestro, (curiosamente éste équipo a pesar de haber tenido la oportunidad en sus propias manos, gustabámos de perder los juegos importantes y dejar todo a la suerte) una combinación extraña de resultados nos otorgó el pase a las finales, seguíamos en camino al título.

Los octavos de final, contra un equipo ya conocido, veloces, jugaban al contragolpe. ¿Nuestra estrategia? Anotar antes que ellos y presionar, presionar hasta el final.

Nuestra meta cayó primero, una segunda vez. Descontamos uno, empatamos. Un juego ríspido, tenso. La tribuna mejor que nunca, eran las finales.

-¡¡¡Chiquititos!!

Medio tiempo 2-2.

La segunda mitad nos marcaron dos veces más 4-2, y aquí viene mi último recuerdo dentro de una cancha de fútbol. El Capi Villanueva envía un pelotazo desesperado al área. Me elevo en busca de la pelota y recibo un empujón del arquero, penalty. Además, de provocar el penalty, recibio el larigazo de mi cabeza en pleno rostro, su boca sangraba y lanzaba insultos sobre mi persona.

Tomo el balón y me paro en el punto penal, 4-3 pensaba.

-¡Hijo de puta te voy a madrear! (el guardameta, a mí)

- Señor, tiene que explusarlo, eso es tarjeta roja (yo, al árbitro)

- Sí, es roja pero para tí (el árbitro, a mí. Mientras saca el cartón de su bolsillo)

Me había expulsado, a la fecha no lo entiendo, nos robó. Le grité, escupí en su rostro. Fallamos al el penalty, recibimos otro gol en contra (5-2). Así terminó mi carrera como futbolista y un sueño llamado Chekoslumbría F.C.

Gracias a la tribuna que dejó el alma en cada grito y palmada de aliento.

2 commentaires:

Anonyme a dit…

Como integrante de esa porra en la tribuna debo decir que era muy divertido presenciar esos grandes partidos, y bueno, loa verdad es que a la mayoria de las integrantes nos servia como terapia para sacar todo el stress, jajaja.
Volvera algun dia a jugar el super equipo Chekoslumbría F.C??????
Mooei

Osvaldo a dit…

Tal vez el mundo nunca lo sabrá, actualmente varios jugadores optaron por hacerse a un lado del futbol, algunos otros siguen en otras ligas. El recfuerdo sigue vivo en una generación que distrutó esa etapa, tal vez será mejor quedar como leyenbdas del futbol nacional e internacional.