Santiago sale de casa con la maleta hecha, deja la casa en la que vivió el último año, los recuerdos no caben en la maleta, al llegar a la puerta, voltea y la mira, vacía, el taxi que lo espera vuelve a tocar la bocina, nunca arregló el timbre, ni el foco de la sala. Pareciera que volverá en cualquier momento pues todo intacto esta, los cuadros, la computadora y el pizarrón que en lugar de alojar mensajes fue el marco de cientos de dibujos, aun vive uno allí.
Santiago no volverá a pisar ese lugar, aún no lo sabe, se aventura a otras latitudes donde después de varias horas de vuelo, llenará el vacío que los últimos dos años le hicieron vivir por inercia.
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire