jeudi, mai 07, 2009

Negro/Rojo

Aquel año vivía en París y todas las mañanas despertaba y mi baño había un cepillo de dientes extra, seguía ahí, esperando a su dueña, que en realidad era yo el dueño hasta que una mañana Ella lo hizo suyo por algún tiempo, combinaba con el mío, negro, el de Ella rojo, un combinación revolucionaria, y eso pensabamos que sería lo nuestro una revolución en nuestras vidas, nuestro M-26-7.

Con un mundo que nos lo prohibió, al final el M-26-7 no llegó ni al Moncada, entonces me pregunto si no existió.

Sabiendo que el camino es largo, dando pasos cortos
La distancia pica y pica...

Siguió ahí, esperándola. Hasta hoy que se va para el cajón de los recuerdos, de los deseos por concluir.

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