Aquel otoño un amigo me contacto para fotografiar un documental en Europa del Este la agenda incluía varias ciudades; Zagreb, Bratislava, Budapest y Praga, el sueldo no era muy jugoso, pero me encontraba harto de hacer publicidad en México y era una buena oportunidad para cambiar de aires por algún tiempo. Acepté.
Al llegar al último destino, Praga tuvimos un par de días libres, el crew conformado por 4 personas aprovechaba para salir a la noche Praguense, con s infinidad de bares y mujeres hermosas.
El puente Karlov era el final de mis caminatas nocturnas, a la luz de la luna fumaba el último cigarrillo acompañado de una Pilsner Urquell. La mirada clavada en el agua que pasaba debajo de mi y bordeaba una ciudad maravillosa.
La segunda noche volví a mi habitación después de hacer un recorrido solitario por Roxy, Acrópolis y Casa Blu, los bares que conocí en mi juventud. Algo me hizo encender el ordenador y en la bandeja de entrada aparecía el correo que esperaba ver desde hace varios años, esa noche el estómago hizo ese dolor, de miedo, de incertidumbre, comencé a sudar, Ella me decía que se enteró de mi estancia en aquel continente del cuál salí huyendo tiempo atrás, cuando decidí refugiarme en mi país, con mi familia y mis amistades, cuando me enamoré por primera vez y por primera vez se rompió mi corazón.
Desde que acepté hace el viaje, sabía que este momento llegaría, anhelaba reencontrarme con Ella al finalizar el rodaje.
Esa misma noche tomé un tren a París y regresé a México.
Al llegar al último destino, Praga tuvimos un par de días libres, el crew conformado por 4 personas aprovechaba para salir a la noche Praguense, con s infinidad de bares y mujeres hermosas.
El puente Karlov era el final de mis caminatas nocturnas, a la luz de la luna fumaba el último cigarrillo acompañado de una Pilsner Urquell. La mirada clavada en el agua que pasaba debajo de mi y bordeaba una ciudad maravillosa.
La segunda noche volví a mi habitación después de hacer un recorrido solitario por Roxy, Acrópolis y Casa Blu, los bares que conocí en mi juventud. Algo me hizo encender el ordenador y en la bandeja de entrada aparecía el correo que esperaba ver desde hace varios años, esa noche el estómago hizo ese dolor, de miedo, de incertidumbre, comencé a sudar, Ella me decía que se enteró de mi estancia en aquel continente del cuál salí huyendo tiempo atrás, cuando decidí refugiarme en mi país, con mi familia y mis amistades, cuando me enamoré por primera vez y por primera vez se rompió mi corazón.
Desde que acepté hace el viaje, sabía que este momento llegaría, anhelaba reencontrarme con Ella al finalizar el rodaje.
Esa misma noche tomé un tren a París y regresé a México.
3 commentaires:
Creo que alguien esta enamorado, por los dos últimos posteos.
bien dicho!
es más, creo que me robaré la idea.
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